UGT insta a tomar acción en el Día Internacional de la Madre Tierra de un año que podría ser el más cálido desde que hay registros.
Hoy, 22 de abril, se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una jornada dedicada a reflexionar sobre la importancia de nuestro planeta y la necesidad de conservar sus ecosistemas.
Sin embargo, este año, la celebración se tiñe de preocupación y llamados urgentes a la acción.
La humanidad se encuentra en un momento crucial de su historia. Dependemos de la naturaleza para nuestra supervivencia, pero nuestras acciones la están sumiendo en el caos. Como expresó el Secretario General de las Naciones Unidas, “la humanidad se comporta como el hijo delincuente de la Madre Tierra”. Hemos contaminado nuestro planeta, aniquilado especies y desestabilizado el clima con nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Nos enfrentamos a una crisis global marcada por la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente.
Los científicos advierten que 2024 podría convertirse en el año más cálido jamás registrado. Las consecuencias del cambio
climático se intensificarán si no tomamos medidas urgentes para reducir nuestras emisiones y proteger nuestro hogar común.
Debemos actuar rápidamente para reducir la contaminación, proteger los ecosistemas, disminuir la pérdida de biodiversidad y
mitigar los impactos el calentamiento global.
La transición hacia una economía y un sistema más sostenible es inevitable, pero debe ser justa e inclusiva. Como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, “juntos debemos restablecer la armonía con la naturaleza”. Es necesario asegurar una transición digna para todos y todas, anticipándonos y fomentando la participación activa para adaptarnos a los cambios demográficos, tecnológicos, sociales y climáticos que están transformando los sectores laborales.
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) hace un llamado a los gobiernos y empresas para que tomen acciones concretas en la protección de nuestro planeta. Es fundamental invertir y planificar en energías renovables y en las infraestructuras requeridas para la transición, así como proteger y restaurar los ecosistemas, y fomentar una agricultura
regenerativa y familiar.
El futuro de nuestro planeta está en nuestras manos. No podemos permitirnos fracasar en esta tarea. Debemos actuar juntos, como sociedad, para crear un futuro más verde y sostenible para todas y todos.